Discurso en Honor de Jorge Mier Hoffman en los 232 años del Natalicio de Simón Bolívar
José Rosario Araujo
Primero quiero con estas palabra rendir un merecido homenaje
a mi amigo Jorge Mier Hoffman, quien fue asesinado junto con su esposa, el
pasado viernes a la salida del Centro
Comercial Costa Azul, en la isla de Margarita a las tres de la tarde.
Quiero recordar que Jorge Mier, fue el que manejo la
hipótesis de que el Libertador Simón Bolívar había sido asesinado, autor del
Libro La Carta sobre el tema, miembro de la Organización Simón Bolívar y
articulista de aporrea.org.
Autor de 15 libros de historia, Jorge Mier Hoffman es el
responsable de que el Estado Venezolano haya iniciado la investigación sobre la
muerte de Simón Bolívar, tal cual denunció, con pruebas, en su Libro La Carta
“que cambiará la historia”.
Por 28 años, se había dedicado a la investigación de la vida y obra
de Simón Bolívar, con la responsabilidad de ser pariente de Don Joaquín de
Mier, que según la historia manipulada, fue el benefactor del Libertador en su
postrimería en Santa Marta.
¡Honor a quien, honor merece!
Hoy; 232 años de su nacimiento; Bolívar está más vivo que nunca. Hoy cuando
los tiempos de cambios han sonado en nuestra América; la América India; ya no
es como lo fue en el pasado, el patio
trasero del imperio yanqui. El pensamiento del Libertador, su obra y su
vigencia, estuvo secuestrado por quienes pretendieron ocultar su legado.
Simón es el hijo
más grande que pueblo alguno haya tenido. Su ideal y obra mantienen una
clara vigencia. Bolívar tuvo una visión
cargada de humanismo, solidaridad y apoyo a la libertad de los pueblos.
Conocer al Libertador
es encontrarnos con nosotros mismos, con la identidad cultural de nuestra América, con la política, ideología, idiosincrasia,
historia, valores, pensamiento nacionalista e internacionalista.
El caraqueño fue una persona excepcional, digna de gran
admiración y respeto por su gran capacidad de entrega.
Las ideas del quijote latinoamericano; el alma de su acción
es sin lugar a duda profundamente democrática y solamente esta doctrina
política se apega a su propósito de libertad e integración latinoamericana,
cualquier otra idea es antagónica con el pensamiento bolivariano.
Simón manifestaba en todos sus escritos que la autoridad proviene del pueblo, esa verdadera
democracia tiene un contenido de equidad y justicia social que se resume en
aquella frase que decía:
“El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce
mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de
estabilidad política”…
En la época de Bolívar y en nuestros tiempos, para rivalizar con la mayor suma de felicidad
de los pueblos, surgió el imperio
norteamericano para defenestrar esa consigna, ya que como lo dijo Lenin con su
libro El imperialismo, fase superior del capitalismo.
El pensamiento de Bolívar notaba claramente el nacimiento
de los Estados Unidos como una potencia
que lesionaría los intereses de nuestra América y por eso los excluye del
Congreso de Panamá.
El Libertador estaría claro que los yanquis evitarían la
unión, el desarrollo, el fortalecimiento de la América indígena y entendería que la América yanqui plagaría
de miseria a nuestra tierra usando la
excusa de la libertad y destruirían
cualquier posibilidad de la autodeterminación de los pueblos.
En este tiempo la Unión Latinoamericana y Caribeña es la
garantía de la libertad de los pueblos, frente al neoliberalismo, el
imperialismo, la imposición cultural, económica y financiera del Norte.
Bolívar entendió perfectamente la existencia de dos Américas
y en sus planes de integración excluía a Los Estados Unidos. Reconocía la
unidad para poder enfrentarse al imperialismo español y al reciente imperio
norteamericano.
El Libertador fue enfático en sus expresiones de identificar
dos tipos de habitantes de América; los de la América Meridional, los suramericanos y los de la América Septentrional que eran los de
procedencia inglesa como los “gringos”.
Numerosa son las cartas
de Bolívar aclarando la perversa e interesada conducta de los
“albinos”, como llamaba a los habitantes de la América inglesa, dirigida a Revenga: “Jamás conducta ha sido más infame
que la de los norteamericanos con nosotros” (San Cristóbal, 25-V-1820); y “Ya que por su anti-neutralidad, la América
nos ha vejado tanto, exijámosle servicios que nos compensen sus humillaciones y
fratricidios. Pidamos mucho y mostrémonos circunspectos para valer más o
hacernos valer”.
A Urdaneta le dice: “Wilson me escribe que en los Estados
Unidos no ha encontrado a nadie que hablara en mi favor” (Guayaquil,
30-VII-1829); a Patrick Campbell, la famosa frase : “Los Estados Unidos
“parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a
nombre de la Libertad” (Guayaquil, 5-VIII-1829); a Santander: “Y así, yo
recomiendo a usted que haga tener la mayor vigilancia sobre estos americanos
que frecuentan las costas: son capaces de vender a Colombia por un real si la
tuvieran” (Magdalena, 13-VI-1826).
Hoy más que nunca; cuando somos sometidos a una cruenta
guerra económica, cuando son atacadas las democracias de los pueblos; cuando
somos declarados amenaza inusual y extraordinaria para Los Estados Unidos, su
pensamiento de integridad latinoamericana es la guía para liberarnos de la hecatombe imperial,
en donde el hombre es el peor depredador de su propia especie.
El imperialismo comprende perfectamente que la unidad de
Nuestra América termina completamente con sus posibilidades de hegemonía en el
continente. Entendiendo esto, están completamente de acuerdo de destruir
cualquier idea de integración y no se detendrán en usar cualquier forma;
asesinatos, golpes de estado, sobornos y corrupción.
Como lo hicieron
antaño lo hacen ahora y no faltarán los Santaderes que se prestarán como
lacayos para que seamos como lo fuimos en aquellos tiempos de la cuarta
república.
Hoy cuando conmemoramos un año más del nacimiento del gigante de América, lo sentimos más vivo que nunca. Bolívar
siempre Bolívar, el padre de lo que somos y seremos. Su pensamiento claro nos
enseñó que la mayor gloria esta en ser
grande y ser útil.
Por eso es que ahora con este nuevo despertar
latinoamericano; con estos vientos de
cambios que surcan la América India; crea la
alerta en el imperio que tratara de todas las maneras posibles
defenestrar la unidad latinoamericana.
Debemos entender que el tiempo de Bolívar que es el tiempo de
la lucha anticolonial no se ha cerrado, el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías
nos lo enseño.
El Libertador sabía
que en nombre de la libertad los
yanquis iban a dominar a los países latinoamericanos y Chávez basado
en esas ideas de Bolívar, enarbola la bandera del nacionalismo y es
capaz de enfrentarse a ese imperialismo
y declararse antiimperialista.
Chávez fue el que más nos enseños de Bolívar y aprendió mucho
de él, entendió que la diferencia que estableció Bolívar con los
norteamericanos se debió a la
experiencia sobre los procedimientos y actitud de estos.
El pensamiento y la acción de Bolívar están presentes en
todos los aspectos de la Revolución Bolivariana. Busca que el pueblo venezolano
construya una patria soberana donde quepamos todos y todas, llamada Patria
Socialista y Democrática. Podemos llamarla nuestra Herencia Histórica, nuestros
Antecedentes más positivos.
En la Revolución Bolivariana el comandante Supremo, entendió la
necesidad de asumir el momento histórico que se vivía devolviendo a nuestra
historia, la verdadera, la otra historia y no la que nos contaron del Bolívar
muerto.
El habernos dado esa posibilidad nos hizo más venezolanos,
más latinoamericanos, más conscientes y más humanos ante la realidad del
prójimo, del que había sido excluido por los más poderosos.
Chávez con Bolívar en su utopía nos enseñó que es posible el
sueño del caraqueño universal, en la
nueva lucha por la independencia definitiva. Bajó a Simón de las estatuas frías
y lejanas, lo sembró en nuestros corazones, dándole el puesto que se había ganado en la
historia y este le entregó su espada para hacer el proceso bolivariano que
ahora vivimos en nuestro país.
La
libertad de Nuestra América se logrará a
la medida de que el pueblo organizado
asuma la dirección del gobierno como lo está haciendo en la revolución bolivariana,
con la inclusión, poder popular, la ciencia y tecnología al servicio de las
mayorías, la democracia participativa y protagónica, pero más que nunca es
necesario encaminarse hacia la libertad económica y financiera, hacia la lucha
contra la explotación del hombre por el hombre.
No debemos
olvidar que somos los herederos de
Bolívar y Chávez teniendo la obligación
de seguir construyendo de la América de Bolívar, de Martí, del Che, de Sandino, de Sucre la cuna grande de la
verdadera libertad, la libertad de los pueblos ya que somos patriotas de la Patria Grande:
¡Bolívar
Vive! ¡Chávez Vive! ¡La Lucha Sigue!
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