Luego del incidente sucedido el pasado
17 de septiembre con la precipitación a tierra de un avión caza Sukhoi
30MK2 de la Aviación Militar Bolivariana (AMB), donde perdieron la vida
dos Capitanes patriotas, se ha iniciado una campaña usual de políticos y
opinólogos afines a la ultradecha y al imperialismo yanqui, en donde se
cuestiona y ridiculiza a nuestra Fuerza Aérea, en especial a nuestras
aeronaves de vanguardia tecnológica, los Sukhoi 30MK2.
Las primera matriz usada por los
opinadores de oficio anti Patria y serviles al imperialismo, es inventar
sin ningún sustento que nuestras aeronaves de fabricación rusa son
“chatarras que se estrellan siempre” y que representan a una tecnología
“atrasada”.
Los números hablan
Para disipar cualquier duda sembrada, el
modelo Sukhoi 30MK es la aeronave con uno de los índices de siniestros
más bajos, menor incluso al del caza de “tecnología de punta”
estadounidense F-22 Raptor:
De las 335 unidades Sukhoi 30MK que han
entrado en operación, sólo seis (06) han sufrido algún tipo de
accidente, cinco (05) de los cuales pertenecen a la variante 30MKI de la
Fuerza Aérea India, que usan componentes de navegación indios,
franceses e israelíes, ajenos al modelo original ruso. Es decir, si
hablamos entonces de los siniestros ocurridos en una aeronave original,
tendríamos sólo al Sukhoi 30MK que se estrelló en el París Air Show de
1.999 cuando aún se encontraba en periodo de desarrollo. Incluyendo a
los aviones indios con tecnología no original, se han accidentado el
1,79% de los 335 Sukhoi 30MK. Si tomamos en cuenta sólo los de
tecnología exclusivamente rusa, sólo se han precipitado a tierra el
0,53% de 187 aviones.
De los 195 cazas F22 Raptor que se han
construido, se han reportado seis (06) pérdidas por accidente reportadas
oficialmente, eso dejaría la flota de Raptors con 189 unidades, aunque
recientemente el Pentágono afirmó que tenía 187 unidades operativas, por
lo que se desconoce el destino de las dos aeronaves faltantes. Cabe
destacar que además de tener seis (06) accidentes con apenas la mitad de
las unidades del Sukhoi 30MK, los F22 Raptor, tienen menos tiempo en el
aire en promedio, dado a que el costo de su hora de vuelo excede los 55
mil $,lo que multiplica su índice de siniestros. Es decir, que el 3,1%
de los F22 se han precipitado a tierra, con un historial de vuelo muy
inferior al de los SU30MK.
Pero comparemos con un equipo que conocemos muy bien: El F16. Esta aeronave es el avión caza más vendido en el mundo y también el que ha caído más al suelo: de los 4.540 F16 construidos, unos 810 se han precipitado a tierra. Es decir que el 17, 84% de estos aviones se han estrellado por diversas causas. Sin embargo, de los 24 F16 que ha comprado Venezuela, sólo se le han caído 3, es decir el 12,5%.
Y nos falta el famoso F15 “Strike
Eagle”, el famoso avión estadounidense que “jamás ha sido derribado”. Al
parecer este avión es tan fuera de serie que sólo puede destruirse él
mismo: de las 1.198 unidades construidas, 158 se han estrellado en el
suelo. Esto representa al 13,18% del total de F15 entrados en operación.
Los números no mienten. Sin duda que el Sukhoi 30MK2 fue la mejor opción tecnológica, económica y geopolítica que pudo haber tomado el Gobierno Bolivariano, pues tiene sólo 0,53% de índice de fallas o accidente, frente al 3,1% del F22 Raptor o a la desastrosa cifra del 17,84% del famoso F16, ambos de fabricación gringa.
La caída de nuestro Sukhoi
La frase “me genera suspicacia”, es la más utilizada por los expertos consultados con respecto al “accidente” ocurrido el pasado 17 septiembre con nuestro caza Sukhoi 30MK2 en la frontera colombo-venezolana, mientras se encontraba en labores de patrullaje de nuestro Territorio Nacional.
Debido a su ínfima tasa de accidentes y a
lo avanzado se du tecnología, resulta difícil pensar que nuestra
aeronave haya tenido un accidente fortuito causado por alguna falla del
avión o piloto.
Es más extraño aún que los pilotos no
hayan podido eyectarse de la aeronave, debido a los sistemas de alerta
de aproximación a tierra y diversos mecanismos que avisan al piloto una
inminente colisión o falla del avión.
En la consulta a diversas fuentes
especialistas en la materia se pudo concluir que el “accidente por
fallas mecánicas o humanas” es lo menos probable en nuestro caso.
Las hipótesis del derribo de la aeronave
El avión caza Sukhoi 30MK a pesar de ser un avión con excelente tecnología y maniobrabilidad, no es un aparato infalible. Su efectividad en combate va a depender también de su preparación previa a la misión, la experiencia y habilidad del piloto y el apoyo desde tierra.
En el caso del Su-30MK2 venezolano que
fue derribado el 17 de septiembre, de acuerdo a expertos, despegó en una
misión de patrullaje cuando se detectó la violación del espacio aéreo
de una presunta narco-aeronave, por lo que el avión en tierra no salió
configurado para tener una batalla “dogfight” en el aire: es decir, la
aeronave salió sin misiles aire-aire y sin la disposición del combate.
La labor de patrullaje aéreo, consiste
en escoltar a la aeronave no identificada hacia una pista de aterrizaje,
donde posteriormente será revisada por el personal de tierra.
Para esta labor, nuestra aeronave
utiliza los instrumentos de navegación activa, es decir, el Sukhoi 30MK2
enciende todos sus instrumentos para comunicarse con la aeronave
intrusa, para poder persuadir a la tripulación de esta que aterrice para
su revisión.
Entonces, el tener los instrumentos de
navegación activa delataría fácilmente la posición espacial del Sukhoi
30MK2, por lo que surgen las siguientes hipótesis de su derribo:
La aeronave intrusa funcionó como señuelo, para llevar al Sukhoi 30 a una zona de alcance antiaéreo.
La aeronave intrusa se trataba de una aeronave de combate con un transpondedor de aeronave comercial y enfrentó a nuestro caza.
Se activó por error la defensa antiaérea colombiana.
De todas las tres hipótesis, la primera
es la que según los expertos, tiene más sentido, dado el historial de
acción que tiene una facción de las fuerzas armadas colombianas que ya
han utilizado operaciones de bandera falsa, cuando usaron el logo del
canal TeleSur y el de la Cruz Roja Internacional, para sabotear una
negociación de paz en la que las Farc iban a liberar 15 secuestrados. En
esa operación, las fuerzas armadas dirigidas por el expresidente Uribe,
mataron a dos guerrilleros que habían depuesto sus armas y pudo haber
resultado un desastre humanitario si los insurgentes hubiesen decidido
enfrentarlos.
Para volver a lo técnico, la aeronave Sukhoi 30MK2 sólo pudo habar sido derribada en las siguientes condiciones:
Por baterías antiaéreas en un vuelo a
muy baja altura: A pesar de contar con la tecnología y maniobrabilidad
suficiente para evadir el fuego antiaéreo, si nuestro caza volaba con
una combinación de baja altura, baja velocidad y con los sistemas
activos encendidos para escoltar a Misil superficie-aire RIM-162 la
aeronave intrusa, lo hicieron una presa fácil para los radares y el
fuego antiaéreo.
Por un misil tierra-aire: Si nuestra
aeronave iba a una altura media-baja, a baja velocidad y con los
sistemas de navegación y comunicación activos encendidos, esto lo hace
fácilmente detectable para un misil tierra-aire RIM de fabricación
estadounidense o Pyton-5, que viajan a una velocidad entre 3 o 4 veces
la velocidad del sonido, que lanzados desde una distancia inferior a los
6 KM, sería prácticamente imposible tomar medidas evasivas en contra de
él.
Por un misil aire-aire tipo AMRAAM,
lanzado desde un avión de combate escondido en la traza de un avión
comercial: Si el avión y el piloto no despegaron preparados para un
combate “dogfigth” con un avión enemigo, tiene muy pocas probabilidades
de eludir un misil AMRAAM aire-aire, lanzado a una distancia inferior a
los 2KM.
(conelmazodando.com.ve)
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