Entrevista
a Luis Britto García
Roberto
Malaver
Question
Digital
"Hay
una batalla de la falta de ideas, que la derecha libra a cada segundo con todos
los medios de comunicación del mundo y la mayoría de los nacionales, y una
batalla de las ideas con la cual tratamos de contestarles intelectuales que no
tenemos, en líneas generales, ni cargos públicos ni reconocimientos ni
medios."
Abogado.
Humorista. Escritor. Buzo. Conferencista. Guionista de cine y televisión.
Caricaturista. Profesor universitario. Tutor de tesis de grado, como la mía. Ha
escrito más de 80 obras. Rajatabla y Abrapalabra destacan con sendos premios
Casa de las Américas. A continuación la entrevista publicada en Ciudad CCS bajo
el título “Los intelectuales crearon el piso ideológico del bolivarianismo”
—¿QUÉ
PAPEL JUEGAN LOS INTELECTUALES EN EL GOBIERNO BOLIVARIANO?
—Los
intelectuales crearon el piso ideológico del bolivarianismo a lo largo de una
labor tenaz, que culminó en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta del
pasado siglo, durante las cuales una izquierda cultural, reprimida por las autoridades,
sin embargo dominó el panorama de la literatura, las artes plásticas, las artes
escénicas y cinematográficas, la canción de protesta y el ensayo. La izquierda
cultural formuló en ese entonces el proyecto nacionalista, socialista, de
integración latinoamericana y antiimperialista derrotado en la lucha armada, y
que encontró su expresión en la praxis a partir de 1999.
Hugo
Chávez Frías narra que durante su servicio en el llano, encontró en la maleta
de un automóvil, abandonado por algún subversivo, un montón de libros
revolucionarios que comenzó a leerlos y que esas lecturas tuvieron una
importancia decisiva en su ideología y en su vida.
En
la actualidad, los intelectuales cumplen sus dos papeles fundamentales: seguir
creando y ejercer un examen crítico de la realidad. Afortunadamente la mayoría
de los intelectuales estamos fuera del poder: nuestra adhesión al proyecto
revolucionario es desinteresada, y nuestros eventuales señalamientos críticos,
eximidos de los intereses de las pugnas internas de éste.
—¿SE
ESTÁ DANDO LA BATALLA DE LAS IDEAS?
—Bueno,
hay una batalla de la falta de ideas, que la derecha libra a cada segundo con
todos los medios de comunicación del mundo y la mayoría de los nacionales, y
una batalla de las ideas con la cual tratamos de contestarles intelectuales que
no tenemos, en líneas generales, ni cargos públicos ni reconocimientos ni
medios.
En
el ámbito nacional esta batalla encarnizada se libra entre un grupo de
intelectuales, fuera del poder, que defendemos un proyecto socialista,
nacionalista, latinoamericanista, de defensa de nuestra soberanía, nuestros
recursos naturales y nuestras empresas públicas, y otro grupo de aprovechados
sin obra, lamentablemente algunos incrustados en el poder, que intentan someter
al país a los tribunales extranjeros, favorecer y privilegiar a las
transnacionales por encima de los nacionales, entregar los recursos naturales
al capital foráneo, restringir la gratuidad de la enseñanza, instaurar las
maquilas y dejar sin efecto las conquistas sociales. Lo que se está dando es la
batalla de las ideas contra los intereses.
—¿CÓMO SE SALE DE ESTA CRISIS?
—Privilegiando
las ideas sobre los intereses, y ante todo sobre los intereses transnacionales.
—Luis Alberto Crespo dice que el periodismo
cultural está muerto. ¿Quién lo mató?
—El
capitalismo. Las páginas culturales no atraen anuncios. Juan Liscano ya
denunció a fines del siglo pasado el ocaso de las páginas culturales. Las de
los grandes periódicos fueron languideciendo, haciéndose intermitentes o
desapareciendo. Nelson Luis Martínez mantuvo durante décadas un verdadero
milagro: el Suplemento Cultural de Últimas Noticias, una publicación semanal de
doce páginas, sin anuncios, pero a su muerte los administradores la eliminaron.
Yo
no diría que está muerto el periodismo cultural: tenemos Letras CCS, Épale,
Todos Adentro, La Librería Mediática; durante mucho tiempo circuló A Plena Voz,
una revista de debate político e ideológico sin precedentes. Hay numerosos
blogs dedicados a temas culturales. Y en las páginas de opinión sigue un debate
ideológico más animado que nunca.
—No.
Dedicarse a crear 86 títulos de literatura, dramaturgia, cine o interpretación
de la realidad venezolana a cambio de nada en lugar de hacer billete o trepar
en las escalas burocráticas me parece la más perfecta práctica humorística.
Cuando
Aquiles Nazoa estuvo obligado a hacer una declaración de bienes, reconoció que
su patrimonio consistía en una moneda de chocolate y el anillo de compromiso de
Ratón Pérez con la Cucarachita Martínez. No merecemos ni pretendemos más.
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