Elecciones regionales en Venezuela
Alejandro Torres Rivera
Rebelión
El 15 de octubre los venezolanos
concurrieron nuevamente a las urnas. Se trata de una elección que había estado
prevista para efectuarse el pasado 10 de diciembre de 2016, pero que debido a
la inestabilidad política creada por la oposición venezolana promoviendo el
caos social y la violencia en el país, debieron ser aplazadas temporalmente por
el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, ello con el apoyo del
Consejo Nacional electoral (CNE).
Contrario a todo pronóstico de la
oposición, el chavismo una vez más resultó triunfante en los comicios, esta vez
para escoger las gobernaciones regionales en la República Bolivariana de
Venezuela.
En 1998 se efectuaron elecciones
en Venezuela. En ellas Hugo Chávez Frías fue electo presidente. Bajo su
compromiso programático de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, en
1999 el pueblo venezolano escogió sus delegados y éstos a su vez, en Asamblea
Constituyente, redactaron una nueva Constitución que sería refrendada por la
mayoría de los venezolanos.
A partir de entonces, con una
frecuencia apenas ininterrumpida, los venezolanos han ido participando de
elecciones presidenciales, elecciones regionales para la selección de sus
diputados, elecciones regionales para la elección de los gobernadores de los
diferentes estados que componen Venezuela y finalmente, elecciones a nivel
municipal.
De igual manera, ha sido mediante
el voto la manera en que cuando se han planteado al pueblo venezolano las
modificaciones a su Constitución Bolivariana de Venezuela. Igualmente ha sido
el voto el mecanismo con el cual el gobierno de Maduro ha procedido
recientemente, en el contexto de haber convocado el pasado 1 de mayo a una
Asamblea Nacional Constituyente para la reformulación del Estado venezolano,
para escoger los integrantes de la Asamblea.
En la elecciones de 2005 la
participación electoral de los ciudadanos con derecho al voto fue muy baja,
limitándose a 25.26% de los electores inscritos. En ellas, la llamada Oposición
boicoteó el proceso electoral. Sin embargo en las elecciones efectuadas el año
2010, la participación electoral aumentó a aproximadamente un 65% de los
electores inscritos, limitándose la abstención a un 35%. Un razonamiento que
lleva a este incremento, claro está, es el hecho de que en ella, a diferencia
de la anterior efectuada en 2005, la Oposición sí optó por participar.
El resultado en ambos casos, sin
embargo, aunque por márgenes distintos, fue el triunfo electoral del Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) junto con las otras fuerzas electorales
que apoyaron su programa de gobierno.
En las elecciones efectuadas el
27 de septiembre de 2010, el sector adepto al entonces presidente Hugo Chávez
Frías, a pesar de que obtuvo el 58% de los escaños en el parlamento, no logró
obtener el número de 110 diputados que eran los necesarios para obtener las dos
terceras partes de la Asamblea Nacional, que en Venezuela se conoce bajo el
artículo 203 de la Constitución como ¨mayoría cualificada¨.
En estas elecciones la llamada ¨Oposición¨,
sin embargo, logró captar el 52% de los votos. En Venezuela, el por ciento de
los votos no determina el porciento de los escaños. Así las cosas, en aquel
momento, a pesar de la Oposición haber obtenido más votos que el chavismo, no
obtuvo la mayoría de los escaños de diputados, manteniendo el PSUV la mayoría
de los mismos.
En las elecciones del 6 de
diciembre de 2015 el pueblo venezolano compareció nuevamente a las urnas, esa
vez en elecciones convocadas para seleccionar quiénes pasarían a ser los
integrantes para un nuevo quinquenio de su Asamblea Nacional o parlamento. En
fechas previas a estos comicios, los encuestadores vaticinaban un triunfo a
favor de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sobre el Gran Polo Patriótico
(GPP) por un margen de hasta 30 puntos porcentuales.
Este último se encontraba
encabezado por el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), actual
partido de gobierno y otras agrupaciones. Escrutados los votos en los comicios
por parte de la Comisión Nacional Electoral, de un total de 167 escaños que conforma
la Asamblea Nacional, la MUD obtuvo 112 diputados, mientras el GPP obtuvo 55
diputados y la representación indígena obtuvo 3 diputados. Esta última se
articula con un representante de la Región Occidental, otro de la Región
Oriental y un tercero de la Región Sur.
Los diputados en esta nueva
Asamblea Nacional tomaron posesión de sus cargos el 5 de enero de 2016. La
obtención de una ¨mayoría cualificada¨ le hubiera brindado a la Oposición la
capacidad para disponer de asuntos tan importantes como revocar decretos
emitidos por el Presidente y aprobar leyes que fueran por encima del veto
presidencial. Tal ¨mayoría cualificada¨, le hubiera permitido además a la
Asamblea Nacional, llevar a cabo referéndums populares, elaborar diferentes
proyectos de ley para su aprobación directa, así como intervenir directamente
en la aprobación o revocación de tratados, acuerdos internacionales y convenios
entre Venezuela y otros países.
Entre los convenios que la
Asamblea Nacional podría haberse planteado intervenir, se encontraban, por
ejemplo, aquellos negociados y vigentes entre la República Bolivariana de
Venezuela y Cuba, como también aquellos acuerdos de Venezuela con países como
la República Islámica de Irán y la Federación Rusa.
Una ¨mayoría cualificada¨ en la Asamblea
Nacional por parte de la Oposición le hubiera permitido también intervenir con
el Poder Judicial mediante la revocación de jueces y con otros asuntos de la
competencia de dicha rama de gobierno. De hecho, previo a las elecciones ya la
Oposición se había pronunciado a favor de aprobar una Ley de Amnistía al amparo
del Artículo 187 (5) de la Constitución de la República, para beneficiar
aquellos presos encarcelados como resultado de dictámenes judiciales donde
resultaron convictos precisamente por los disturbios promovidos por la
Oposición en años anteriores.
Entre los que podrían haberse beneficiado de tal
amnistía se encontraban aquellos culpables por los sucesos de 2013 en los
cuales fallecieron 43 ciudadanos, dejando además un saldo de cientos de heridos,
en su mayoría afectos al gobierno de Maduro. Entre los condenados por tales
actos aún se encuentra cumpliendo la sentencia impuesta el dirigente opositor
Leopoldo López.
En las elecciones del 6 de
diciembre de 2015, dentro de un universo de 19.5 millones de votantes, la
participación electoral ascendió a 74.25% de los electores elegibles. En ella,
los candidatos de la MUD coparon el 65.27% de los escaños a pesar de haber
arrastrado tras sí el 40% de los votos; mientras el PSUV, a través del GPP, a pesar
de captar el 43% de los votos, sólo obtuvo el 32.93% de los escaños. La
representación indígena con sus tres escaños representa el 1.80% de los diputados
en la Asamblea Nacional.
La erosión en el voto a favor del
PSUV que observamos venía produciéndose antes de los recientes comicios. Por
ejemplo, en las elecciones municipales del 8 de diciembre de 2013 hubo una
menor participación de los electores ascendiendo al 58.92%. El voto capturado
por el PSUV fue de un 49.24%, mientras el voto de la Oposición ascendió a
47.72%. En ellas un 8.03% fueron electores respondieron a otras agrupaciones en
la contienda electoral. Para entonces el universo de los electores capacitados
era de 19,066,431 electores.
Si examinamos las elecciones
presidenciales de 2014, la diferencia entre el voto emitido a favor de Nicolás
Maduro frente el voto del candidato de la Oposición, Henrique Capriles, se
redujo en 1.5%.
Los anteriores datos ciertamente
reflejaban una reducción en el apoyo de los electores venezolanos al gobierno
encabezado por el PSUV.
El giro comenzó el pasado 1 de
mayo cuando el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás
Maduro Moros, anunció la convocatoria a nueva Asamblea Constituyente al amparo
de los artículos 347, 348 y 349 de la Constitución vigente de 1999. La
convocatoria suponía el llamado a elegir los delegados a dicha Asamblea
conforme al modelo de elección establecido por Decreto Presidencial.
A pesar del boicot promovido por
la oposición venezolana, a las 11:49 p.m. de la fecha de la elección, la
presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, informó el voto de
8, 890,300 venezolanos de un total de 19.447 millones para seleccionar los
delegados que conformarían la Asamblea Nacional Constituyente, lo que
representa el 41.53% del total de electores capacitados para ejercer el voto en
Venezuela.
La cantidad de votos emitidos
reflejó un incremento en el número de votos si se compara los obtenidos por el
presidente Maduro en las elecciones presidenciales de 2013, cuando obtuvo poco
más de 7 millones de votos; o de las elecciones legislativas de 2015, cuando el
PSUV alcanzó sólo 5.6 millones de votos frente a 7.7 millones obtenidos por la
Oposición.
En las elecciones del pasado 15
de octubre convocadas para elegir los futuros gobernadores de los Estados de
Venezuela, de un total de 18,099,391 electores hábiles para votar, participó el
61.14%. En el contexto de sus resultados, el porciento de los votos obtenidos
por el chavismo ascendió al 54% de los votantes mientras la oposición obtuvo
sólo el 45%. Una mirada comparativa con la participación habida en las
elecciones de 2012 refleja un aumento de 7.2% en los votos emitidos.
Es importante destacar la
participación histórica de los electores venezolanos en las elecciones
efectuadas desde el triunfo de Hugo Chávez a la luz de lo que ha sido los
porcientos de abstención. Veamos: 1989 se abstuvo el 54.9%; 1992 se abstuvo el
50.7%; 1995 se abstuvo el 53.8%; 1998 se abstuvo el 45.6% y 2017 se abstuvo
sólo el 38.86% de los electores inscritos.
En las elecciones realizadas con
anterioridad al 15 de octubre del presente año para escoger las gobernaciones,
el PSUV había logrado el control de 20 de los 23 estados venezolanos; en las
recientes elecciones, sin embargo, la oposición obtuvo el control de 5
gobernaciones, mientras el PSUV obtuvo 18.
No obstante es importante
destacar que en estas elecciones el PSUV logró recuperar el estado de Miranda,
donde en las elecciones de 2008 fue electo Henrique Capriles resultando
derrotado Diosdado Cabello. En esta ocasión el candidato del PSUV, Héctor
Rodríguez, ganó la gobernación frente al candidato de la oposición Carlos
Ocariz por un margen de 52.54% a 45.92% de los votos. De otro lado, también es
importante señalar el hecho de que en estas elecciones los estados controlados
por la oposición incluyen Mérida, Zulia y Táchira, estados fronterizos con
Colombia. En el caso de Zulia, se trata además del lugar que posee las
principales reservas de petróleo de Venezuela.
El triunfo del PSUV en estas
elecciones constituye un bloque adicional a la gran muralla que ha venido
forjando el presidente Maduro apostando a la paz de los venezolanos y quitándole
de debajo de los pies a la oposición, en lo que concierne a su discurso de
violencia, sus continuos señalamientos contra el gobierno y el presidente,
acusándoles de anti democrático y dictatorial.
El que tenga ojos que vea, el que
tenga oídos que escuche. Existe un hecho a todas luces irrefutable, contra todo
intervencionismo, Venezuela sigue su ruta hacia la consolidación de su
democracia socialista y hacia la consolidación de la revolución bolivariana.
Rebelión ha publicado este
artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons,
respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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