Por: Carola Chávez
– ¿Aló, Think Tank? Las fotos de
los Rastrojos con Guaidó son verdaderas, las de la guerrilla colombiana en
Venezuela son falsas, ni el Grupo de Lima, ni el Tiar hacen pestañear a Maduro,
ya huele a hallacas y nada, la guaidonada se desmorona, parecemos el Escuadrón
Metelapata ¿Qué hacemos?
– Fácil, díganle a la gente
pensante de este país que el régimen tiene un plan para quitarles sus casas.
– ¿Y qué nombre le pondremos,
matarile-rile-rile?
– Le pondremos “Plan Ubica tu
Casa”, matarile-rile-ron.
– ¡Chanfle, Think Tank, eres un
genio!
Y vuelve el perro arrepentido,
las juntas de condominio de emergencia. Las doñas de El Cafetal activas en sus
whatsapp, aplicación principalísima para la defensa de la libertad y la
propiedad privada.
– Pero yo vivo alquilada y no me
dejan asistir a las juntas de condominio por no ser propietaria
–Cállate, Gladys y reenvíaselo a
todos tus contactos. ¿Acaso quieres ser vecina de un colectivo que pone
reguetón a todo volumen hasta las tantas de la madrugada?
– ¿Como los vecinos del 4-C y los
del 7-A y los del 9-B?
– ¡Cállate y reenvía, que vienen
a apoderarse de nuestro bello edificio, como se apoderaron de nuestro bello
país!
Atrincherados en propiedad
horizontal, como en una máquina del tiempo regresan a 2002, a 2004, a 2006, a
2008, a 2010.. a la histeria, al terror utilitario que penetra los más
primitivos instintos y apaga cerebros ya desde hace tiempo estacionados.
Y vuelven los operadores de
siempre, los personajes disfrazados de periodistas, de expertos, de
empresarios, hasta de representantes de Dios en la tierra y los gremios
profesionales -¿qué sería de la lucha libertaria sin los gremios
profesionales?- todo en una sola voz, reforzando el miedo simulando
preocupación y exhortando al gobierno a que no haga algo que el gobierno no iba
a hacer de ningún modo. Con sus caras de tabla y sus corbatas, intentan
barnizar de seriedad a la reiterada mamarrachada, al ardid que no funciona,
pero peor es nada, y no tienen nada, y de que vuelan vuelan. Y vuelan las doñas
y doños siempre dispuestos a la angustia, porque ahora sí es verdad que sí,
¡maldito comunismo!
Y no puede faltar la loca del
Country y con su corte de bots en las redes sociales, posicionando la
originalísima etiqueta #ConMiCasaNoTeMetas, siempre acompañada de la triste
historia de la prima de una hermana del esposo de una señora que trabaja con el
amigo del marido de una secretaria de un general en Fuerte Tiuna, que dijo que
por órdenes de los Castro, el régimen de Maduro nos iba a quitar la casa y tres
días después, el régimen fue a su casa y se la quitó. Reenvía esto a todos tus
contactos, retuit, retuit, retuit…
“Primero vienen por tu casa y
luego vendrán por tus hijos, sépanlo, a mi no me los quitaron, la otra vez, de
chiripa, porque cuando Chávez nos los iba a arrebatar para mandarlos a Cuba a
ser adoctrinados en el odio a sus padres, al trabajo, al estudio, a la
decencia; en fin, adoctrinarlos en el comunismo; la sociedad civil se armó de
valor y lo rechazó con la fuerza de San
Miguel Arcángel y su espada de fuego, que nos acompaña en esta y todas la
batallas libertarias” – Aderezó la cadena de whatsapp de su condominio la
señora Mireya: Madre, esposa, demócrata, luchando por volver a tener ese país
hermoso donde florecían los arboles de Harina Pan, Toronto y Cocosette y los
ríos eran de Frescolita y chicha El Chichero… Ah, y ganábamos el Miss Universo
porque las Misses eran blancas, no como ahora, que ni Osmel tenemos.
Y es que, para estas cosas,
siempre hay gente dispuesta hacer el ridículo, algunos por un puñado de
dólares, otros porque “esa es la línea editorial”, y los más pendejos o porque
se lo creen, o porque si dicen que no se lo creen, los van a creer chavistas y
no es no. Ya sabemos que los asustadores
asalariados no pasan de ser un puñado, ahora falta saber cuántos son los
pendejos dispuestos a asustarse cada vez que les salga el mismo gafo y les
lance el mismo ¡bú!
Y todo esto daría mucha risa,
pero no da tanto porque, entre otras cosas, lo que hay detrás de este nuevo
viejo truco es el enfrentamiento, la agresión y la violencia puesta en manos de
gente normal y corriente, de esa que te encuentras en el supermercado y te da
los buenos días.
Se trata de que se encienda la
chispa cuando lleguen los muchachos del censo y una horda de vecinos aterrados
y enfurecidos repitan los linchamientos que protagonizaron en 2017, cuyo
recuerdo aún les corroe silenciosamente la conciencia y los nervios, porque no
se lincha a otro y se sale ileso, limpiecito y sin traumas; no si no eres un
psicópata asesino como los dirigentes opositores y sus voceros que incitaron la
violencia, propagando el miedo que se convierte en odio que se convierte en
sangre derramada siempre. “¡Ahí vienen los colectivos!”
Se trata del deseado y necesario
enfrentamiento de pueblo contra pueblo -por mucho que le hieda a la “sociedad
civil” que le digan pueblo-, para justificar intervenciones a bombazos que sí
nos dejarían sin casa, convertidas a bombazos en montañitas de escombros. De
eso se trata. #AmigaDateCuenta.
Supongo que, a estas alturas,
algo deben haber aprendido nuestros vecinos opositores, y si no es así, el plan
que sí necesitarían -¡y con urgencia!- sería el plan Ubica tu Cerebro.
Por su bien y por el nuestro,
nosotros venceremos.
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