Anisio Pires
Rebelión / Página 13

Venezuela viene siendo duramente
atacada por sus aciertos, así como históricamente son atacadas las experiencias
progresistas y revolucionarias.
Si Bolsonaro recibe el apoyo
entusiasta del supremacista Donald Trump, capaz de enjaular y separar a niños
latinoamericanos de sus padres, y usted no percibe la diferencia entre el
proyecto fascista de Brasilia y el proyecto revolucionario de Caracas, mejor no
siga leyendo. El pueblo venezolano enfrenta muchas dificultades por el bloqueo
y por las agresiones de EEUU y en este momento necesita de la solidaridad de
las personas de verdadero espíritu humanitario y no de los ataques, vía
comparaciones absurdas, establecidas por falsos demócratas.
Desde que Barak Obama firmó la
orden ejecutiva del 9 de marzo del 2015, declarando a Venezuela “una amenaza
inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional de EEUU, las agresiones
contra el país vienen creciendo, incluidas las reiteradas amenazas de
intervención militar de Trump. A eso se agrega el informe de la Secretaría de
Industria y Seguridad – BIS (Bureau of Industry and Security), divulgado el 22
de mayo.

El 20 de mayo las fuerzas
patrióticas de Venezuela fueron masivamente a las calles a celebrar un año de
la elección del Presidente Nicolás Maduro, electo por el pueblo en el 2018 con
68% de los votos, respetando todas las garantías democráticas, en un clima de
Paz.
Ese acto de reafirmación de la
legitimidad del Presidente Maduro simboliza la guerra entre la verdad y la
mentira que hoy se traba en Venezuela. La campaña de mentiras que los medios
construyen contra la Patria de Bolívar pretende deslegitimar el gobierno
bolivariano frente al mundo, mientras condena el Pueblo al hambre y a otras
necesidades. Apuestan a una revolución de colores de violencia y muerte que
justifique, por fin, una invasión armada. Si eso no ocurrió hasta ahora, es
porque la vanguardia de la revolución bolivariana ha sido capaz de evitar
trampas y provocaciones, articulando la movilización permanente del Pueblo y de
su Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en unidad cívico-militar. Esto,
acompañado siempre de la solidaridad internacional que respalda la Diplomacia
de Paz de Venezuela.
El 30 de abril, la derecha intentó
una nueva acción golpista en el centro de Caracas. Creando una falsa situación
de fuga de prisioneros, engañó a un grupo de militares fuertemente armados,
colocándolos en posición de ataque en un viaducto. Solo no se produjo un
enfrentamiento entre militares, como era la intención de los golpistas, gracias
a la serenidad, madurez y visión estratégica singular de la FANB, evitando una
tragedia.

Las próximas semanas y meses
serán claves para evitar que os tambores de guerra y muerte suenen en
Venezuela. Están en riesgo la democracia y la Paz en la región.
La unión cívico-militar, la
unidad en la diversidad de los patriotas, son mensajes que hablan de un mundo
multicéntrico y pluripolar que está naciendo bajo el protagonismo de Venezuela
y con ella, de toda la América del Sur. Su posición geográfica y sus recursos
naturales son la envidia del imperio. Pero la fuerza moral y la resistencia
heroica de su pueblo, que grita al mundo “sí, se puede”, marcan la diferencia.
En Venezuela se le dice al imperialismo: somos los hijos de Bolívar, Padre de
la Patria Grande y de Chávez, Comandante Fundador del Socialismo del siglo XXI.
¡Leales Siempre, Traidores Nunca!
(*) Anisio Pires, sociólogo
(UFRGS/Brasil)
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